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domingo, 7 de marzo de 2010

Los Terremotos en España


La península Ibérica se halla situada en el borde sudoeste de la placa Euroasiatica en su colisión con la placa Africana.El desplazamiento tectónico entre ambos continentes es responsable de la actividad sísmica de los países mediterráneos y por tanto de los grandes terremotos que ocurren en zonas como Argelia, Grecia o Turquía. La parte más occidental de la conjunción entre dichas placas es la fractura denominada de Azores-Gibraltar-Túnez, que es la que afecta a España. Afortunadamente, nuestro pais no representa un área de ocurrencia de grandes terremotos, sin embargo, sí tiene una actividad sísmica relevante con sismos de magnitudes inferiores a 7,0, si exceptuamos los ocurridos en la falla de Azores-Gibraltar (terremotos de 1755 o 1969), pero capaces de generar daños muy graves (lista de terremotos más importantes en España).
Un punto de intensa actividad sísmica, es la provincia de Granada que está acostumbrada a convivir con los terremotos, con ésos que son meras anécdotas y también con ésos que provocan alguna grieta y algún susto, pero poco más. Sin embargo, nada nos asegura que mañana no vaya a haber una gran sacudida en la tierra, sin previo aviso ni tiempo de preparación.
En la península ibérica tenemos una media de unos 4.300 terremotos al año, pero la población no los percibe. En el último mes ha habido menos sentidos, pero otros meses la población siente unos 14 o 13”. Mientras “la Comunidad de Madrid es una de las más seguras al no tener una gran falla bajo la superficie”, las zonas béticas y los pirineos registran peligrosidad sísmica. “La zona con más actividad sísmica está en Andalucía, su costa y todo Levante. En Galicia también hay muchos terremotos pero son de poca potencia”.
¿Estamos preparados?

Quizá muchos no se expliquen que, con las fallas activas localizadas, la tecnología no sea capaz de captar estos movimientos terrestres que terminan por ser catastróficos en muchas ocasiones. ¿Conocemos a fondo las fallas activas situadas bajo nuestro territorio? ¿Por qué no se controlan las zonas más proclives a sufrir terremotos.
España, a pesar de tener una sismicidad media o baja en el contexto mundial, tenemos una red sísmica de lo mejor que hay mundo. En Europa fuimos los primeros, en 1999, en instalar la conexión satélite en tiempo real. En instrumentación, España está muy bien y hay muchos centros y universidades que colaboran. Se está haciendo un intercambio muy efectivo de estaciones a tiempo real, también con los países limítrofes, con Portugal o Argelia... La globalización de comunicaciones nos ha permitido tener un contacto a tiempo real como si tuviéramos las estaciones de todo el mundo.
Pero el experto en geología Rodríguez Pascua alumbra un panorama menos halagüeño. Afirma que “en España las fallas no están monitorizadas. Primero habría que saber las fallas que están activas, dónde se sitúan, cuál es su tamaño y qué energía pueden liberar”.

“Queremos plantear la posibilidad de crear un mapa de fallas activas en la península ibérica pero depende de si la financiación económica lo permite. Hay ayudas a la investigación pero falta muchísima inversión. Estamos estudiando algunas zonas pero somos gente dispersa y falta que el estudio sea generalizado. La tecnología ayuda mucho, pero la tecnología sin materia gris no funciona”.
Según el experto en movimientos de la tierra, “es necesaria más vigilancia en la aplicación de las normas porque puede que la norma diga una cosa pero el constructor no la cumpla exactamente aun diciendo que la ha cumplido”.

“En España se supone que los colegios profesionales tienen que vigilar que el proyectista haya tenido en cuenta las normas, pero, que yo sepa, no existe ninguna comisión o mecanismo gubernamental encargado de inspeccionar si un edificio ha seguido las normas sismorresistentes”.

A pesar de las estadísticas, el catálogo sísmico que se utiliza es el del 400 a.C.; hace muy poco teniendo en cuenta la historia geológica de millones de años de nuestro país lo que hace imposibles los cálculos predictivos. De momento, nada se puede hacer para adelantar acontecimientos que no se sabe si volverán a tener lugar. Sólo cabe estar prevenidos y confiar en que los ladrilleros respeten la legislación. Los terremotos no matan, lo que mata son los edificios.

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